"Una preocupación constante en toda la historia de Atenas era el temor de que las personas con excesiva popularidad por su actuación política, militar o por su riqueza pudieran abusar de ella convirtiéndose en dictadores. Para evitarlo, Clístenes creó una institución peculiar, el ostracismo (*del griego ‘ostrakos’, ‘cerámica’). Se celebraba anualmente, si la Ecclesia lo decidía, una votación en la que en trozos de cerámica se escribía el nombre de una persona considerada peligrosa, y el "elegido” era desterrado de Atenas por diez años, sin juicio ni mayores formalidades."
Alcibíades, el primer griego. Josep Maria Albaigès.
PRODISEÑO, escuela de comunicación visual y diseño.
sábado, 12 de enero de 2008
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